por Ana » Sab Nov 13, 2010 11:49 pm
“ ¿Qué hacéis aquí, le dice Alicia, conviviendo con ratas y ratones? En Chelsea tenéis una hermosa casa, biblioteca, libros, galería, jardín, huerta y vuestra familia”. Y el argumento más fuerte era: “Os negáis a firmar lo que todos los obispos y personajes de este Reino han hecho”. Tomás le respondió:
“¿No se halla esta casa tan cerca del cielo como la mía?”.
A esta escena se suma la fortaleza demostrada por los monjes que también se negaron a firmar. La misma amenaza dirigieron a dos cartujos que tampoco quisieron ceder: “Si no os declaráis partidarios de la Reforma, haremos que os arrojen al Támesis“. Ellos respondieron: “A nosotros lo único que nos importa es ir al cielo, y nos da igual llegar allí por tierra o por mar”. (6)
“En 1535 fue juzgado y decapitado Fisher, recién nombrado Cardenal y obispo de Rochester que estaba en la Torre también. Poco después es juzgado Moro. Se confiesa fiel súbdito del rey, pero no quiere jurarle como Cabeza de la Iglesia. Es condenado a morir ahorcado, descabezado y descuartizado. Luego, por “clemencia del rey” fue sólo decapitado. Firme ya la sentencia, el acusado se vuelve acusador y aprovecha la ocasión, ante el Parlamento, para justificar su conducta, apoyada con el consentimiento de la Cristiandad, fuera de la Inglaterra oficial. A ellos en cambio les echa en cara de condenarlo con una ley injusta que aprobaron por miedo. Encargó que dieran una moneda de oro al verdugo. Terminó diciendo que moría “como buen súbdito del rey, “but God´s first”, pero ante Dios”. (7) Era el 6 de Julio de 1535. Santo Tomás, patrono de los gobernantes, pagó con su sangre su fidelidad a la fe, pero no hubiese podido resistir sin la virtud heroica de la fortaleza.
Su vida nos grita que la independencia y la soberanía de la conciencia son sagradas, y el eco resuena hasta el siglo XXI. No hay que doblegarse jamás ante las intrusiones injustas de los tiranos. Hay valores que están por encima de la propia vida. Pío XI lo declaró santo en 1935 en el cuarto centenario de su muerte, y el obispo Fisher fue canonizado también. El gesto de Santo Tomás Moro, del Cardenal Fisher y de los cartujos nos recuerdan los clásicos versos que pronuncia Pedro Crespo en “El alcalde de Zalamea”: “Al rey la hacienda y vidal / se ha de dar, pero el honor / es patrimonio del alma / y el alma sólo es de Dios”.
La fortaleza a su vez, para resistir los embates de la vida y de arremeter en las buenas empresas y en su debida proporción, para que sea virtud, debe estar regida por la razón e iluminada por la fe. Debe estar gobernada por la virtud de la prudencia para no correr peligro de caer en la osadía, que desprecia lo que le indica la prudencia y sale al encuentro del peligro sin reflexionar, de una manera desproporcionada como lo sería: tratar de apagar nosotros solos un bosque o un edificio en llamas.
Notas:
(1) “Teología de la perfección cristiana”. Rvdo P. Royo Marín. Editorial BAC. Pág 588.
(2) “Educar para el trabajo”. Antonio J. Alcalá. Ediciones Palabra. Pág. 227.
(3) “Luz” Meditaciones. Juan Rey. S. J Editorial Sal Terrae. Pág 1150.
(4) “Sin volver la vista atrás”. Justo López Melús. Editorial G.M.S. IBERICA, S.A.Pág 49
(5) “Sin volver la vista atrás”. Justo López Melús. Editorial G.M.S. IBERICA. S. A Pág. 49
(6) “Sin volver la vista atrás”. Justo López Melús. Editorial G.M.S. IBERICA. Pág.50
(7) “Sin volver la vista atrás. Justo López Melús. Editorial G.M.S. IBERICA. Pág. 51.
Ejercicio y tarea (para publicar en los foros del curso)
En cuanto a la templanza
1. ¿Qué es la Templanza?
2. ¿Porque las personas templadas son más libres, y por lo tanto más felices?
3. La falta de templanza genera vicios ¿cuáles son estos? Hay virtudes que apoyan y ayudan a la vivencia de la templanza ¿puedes citar algunas?
4. ¿Qué actos concretos se deben hacer para vivir la templanza?
5. ¿Qué facilita (personalmente, familiarmente, socialmente, laboralmente, etc.)la vivencia de esta virtud? ¿Qué dificulta la vivencia de esta virtud?
6. ¿Algún comentario o sugerencia?
En Cuanto a la fortaleza
1. ¿Qué es la fortaleza?
“Una virtud sobrenatural que modera la inclinación a los placeres sensibles, especialmente del tacto y del gusto, conteniéndola dentro de los límites de la razón iluminada por la fe”. (1)
Dicho de otra manera, consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos sujetándolos a la razón.
Nos conduce a evitar toda clase de excesos ya sea en la comida, en la bebida, en el tabaco, en los medicamentos, en nuestras reacciones ante las contrariedades, en la sexualidad o aún en el descanso. Este dominio de sí interior se reflejará en nuestra reacción ante los embates de la vida y en el uso y posesión de las cosas con calma y serenidad. Nos lleva a prescindir de lo innecesario.
2. ¿Cuáles son los actos de la fortaleza?
Por medio de la templanza yo me mantengo firme y sereno. Todo lo que está dentro de límites se serena, transmite seguridad. Un jardín cercado es uno de los lugares más tranquilos y descansado en el mundo. De igual modo, si el alma del hombre se conserva dentro de ciertos límites, adquiere seguridad de saber que es lo que puede y lo que no y cuál es el lugar que realmente le pertenece. La templanza nos lleva a permanecer sin alterarnos ante las rigurosidades del clima, del frío, del calor, de la sed, hasta del hambre. Si me despojan por ej: de la fama por una calumnia, haré lo que esté a mi alcance para defenderla, pero mi reacción será racional y objetiva y no emocional ni descontrolada. Deberíamos poder comer todos los días, pero si un día no pude almorzar porque tuve que terminar un trabajo o dedicarle un tiempo extra a una persona que me necesitaba, no debiera alterarme por ello. En todos los órdenes, la templanza nos lleva a la moderación, a la mesura, al dominio de sí y a la sobriedad.
“Templanza es señorío” decía San José María Escriba de Balaguer y a continuación: “No todo lo que experimentamos en el cuerpo y en el alma ha de resolverse a rienda suelta. No todo lo que se puede hacer se debe hacer”. Algunos no desean negar nada al estómago, a los ojos, a las manos; se niegan a escuchar a quien aconseje vivir una vida limpia... La templanza no supone limitación sino grandeza, pues cría el alma sobria, modesta, comprensiva: le facilita un natural dominio que es siempre atractivo, porque se nota en la conducta el señorío de la inteligencia. Hay mucha más privación en la destemplanza, en la que el hombre abdica de sí mismo”. (2)
3. ¿Por qué los pequeños actos de renuncia y la educación en la pureza son importantes para la vivencia de esta virtud?
Abdicar de sí mismo es renunciar a ser hombre. Renunciar a ser aquello para lo cual fui hecho, pensado y creado por Dios. La condición humana es la de ser inteligente (que puedo hacer un juicio correcto mediante la inteligencia) y libre (que puedo elegir entre lo bueno y lo malo y por ello hacerme responsable de lo que elijo). Mi propia naturaleza me exige actos acordes a los que no puedo renunciar. Soy creado por Dios un ser racional no puedo “elegir” ser “racional”.
Deberíamos ser enseñados, porque tenemos derecho a que se nos enseñe. Que se nos enseñe desde pequeños a que no se puede comer ni todos los caramelos que tengamos a la vista (porque nos harán mal) ni antes de almorzar (porque nos quitará el apetito) ni cuando mamá tenga el dinero solamente para comprar los alimentos básicos y no los superfluos.
4. ¿Por qué el soporte fundamental de la fortaleza es la fe, cómo lo han demostrado tantos santos que incluso han llegado al martirio?
Los hijos aprenden mucho observando a los padres y a los adultos que los rodean, ya que hemos dicho que todos los adultos forman o deforman. Los niños observan si los adultos piensan antes de comprar algo, si son capaces de privarse de las cosas por más que puedan comprarlas (como un tapado de más o un auto último modelo). Si alguna vez ceden o no a sus caprichos personales. Si apagan las luces cuando se retiran del cuarto, si cuando compran exigen coherencia entre calidad y precio o pagan por cualquier cosa. Si beben y comen en exceso, si hablan horas interminables de estupideces por teléfono, si se pasan el día tirados mirando videos sin hacer nada útil. Si son incapaces de esperar hasta el horario de las comidas para comer o si picotean todo día. Si se compran todas las revistas de los quioscos, etc. Si cuidan y aprovechan bien de lo que tienen, si lavan con cuidado la ropa para que no se estropee y dure, si controlan los gastos y administran bien el dinero y la comida o gastan y dilapidan irresponsablemente. Si por ejemplo: para no tener que cocinar habitualmente compran comida hecha, si además la compran en exceso para después tirar la mitad (o porque se enfrió en el camino, o porque no saben aprovechar lo que quedó poniéndolo en el freezer).
Este despilfarro se agrava ante la falta de conciencia de que tantos millones se mueren de hambre. En la cultura cristiana el principio que transmitía el respeto reverencial a la comida era: “el pan es sagrado” y por lo tanto “la comida no se tira”. De ahí que, a través de los siglos, la buena administración del hogar y especialmente en los alimentos era motivo de orgullo. Si sobraba comida uno debía tomarse el trabajo de que se aprovechara, de que lo aprovechara alguien. Pero no se tiraba por consideración a aquellos millones que no tienen que comer. Era un reconocimiento que si bien uno no podía solucionar el hambre del mundo, tenía presente (en la mente y en el corazón) a esos millones y respetaba a quienes no tenían que comer. Y con lo que sobraba en el hogar o se guardaba, o se podía solucionar las necesidades de algún “prójimo”. El desperdiciar la comida, el no valorarla, el no saber optimizar los elementos que tenemos, no es cristiano. Clama al cielo.
5. ¿Qué actos concretos se deben hacer para vivir la fortaleza?
Los actos de la fortaleza son dos: emprender cosas arduas y soportarlas. Emprender es acometer, tomar el camino del bien para vencer, intentarlo, y tener la valentía para encararlo. Y soportar es tener a su vez la fuerza y la paciencia para resistir, tolerar y sobrellevar todas las dificultades y los sufrimientos, aunque sea la muerte.
6. ¿Algún comentario o sugerencia?